lunes, 20 de febrero de 2012

EMPRESAS PÚBLICAS

En el último Consejo de Ministros han decidido limitar las retribuciones de los gestores de empresas públicas, estratíficándolas en tres categorías y estableciendo que las retribuciones básicas no podrán sobrepasar los 105.000€, 80.000€ y 55.000€.  Y a esta primera parte se le ha dado la conveniente publicidad. Pero hay otra segunda: A esta cantidad básica se le sumará un complemento de puesto y, si así se dictaminase, un complemento variable, que en ambos casos será también fijado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Y sobre esta segunda parte no figura ninguna limitación. Y nada se dice sobre las dietas, que no tienen el concepto de retribuciones, sino de indemnizaciones, y, por tanto, no se computan dentro del límite salarial.
Ya se ha presentado la coartada del sacrificio general.
Ya está el camino libre para empezar a nombrar a los acólitos en sus puestos.
Eso sí: se estima que la limitación introducida en el acuerdo supondrá una reducción de un centenar de puestos de este tipo. !Homérico! !UN centenar!
Pero yo no quiero que reduzcan un centenar. Quiero que se inventaríen primero todas las empresas públicas: estatales, autonómicas, provinciales y locales; que se determine qué objeto tienen y si son rentables. Si el objeto es propio de la actividad de la administración o puede ser desarrollado por empresas privadas y, en cualquier caso, si no son rentables, quiero que se supriman. Es decir, quiero que se supriman el 80% de las empresas públicas de todo ámbito territorial.
Eso sí sería ahorrar: en las retribuciones de los máximos responsables y gestores y en las del resto de la plantilla.
Pero eso no va a pasar. Si nos tomamos realmente en serio el ahorro en el gasto público, ¿Cómo contentar a las huestes tras la victoria? Es más conveniente repartir el saneamineto del déficit via incremento del IRPF.

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